domingo, 4 de enero de 2009

CUATRO FUNCIONES DE LA MENTE

Pensamiento y sentimiento se refieren a formas opuestas (y recíprocamente excluyentes) de emitir juicios y tomar decisiones.
La función del pensamiento se ocupa de actividades altamente intelectuales, tales como clasificar y organizar los hechos, procesos que nos ayudan a comprender el mundo.
La función del sentimiento, por contraste, nos dice si nos gustan o no nuestras observaciones, decisión que se basa en sentimientos agradables o desagradables.
Sensación e intuición son de carácter perceptivo y se refieren a formas opuestas (y recíprocamente excluyentes) de reunir información.
La sensación implica una experiencia directa del mundo, de una manera abierta, que no emite juicio, función que acentúa lo que vemos, oímos, sentimos, paladeamos y olemos.
La intuición, por otra parte, acentúa las posibilidades o esencias más que las realidades; en una palabra, la función de la intuición involucra una experiencia inmediata que 'va más allá' de los hechos.
El párrafo siguiente ilustra la forma de operar de estas funciones en un contexto familiar:
Supongamos que hay un individuo parado junto al borde del Gran Cañón del Colorado.
Si predomina en él la función del sentimiento, experimentará admiración, grandeza, un sentido de belleza sobrecogedora.
Si predomina la función de la sensación, verá el cañón simplemente como es o como podría representarlo una fotografía.
Si la función del pensamiento domina su yo, tratará de comprender al cañón desde el punto de vista de la teoría y los principios geológicos.
Por último, si la que prevalece es la función intuitiva, verá al cañón como un misterio de la naturaleza que posee una profunda significación cuyo sentido es parcialmente revelado o vivido como una experiencia mística.

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